La adolescencia incluso la preadolescencia, esos niños y niñas de 9-10 años que parece que quieren crecer de una forma acelerada es algo que a muchos padres inquieta y es un motivo frecuente de consulta.
- No parece ella.
- Ha crecido demasiado rápido.
- A veces no lo reconozco.
- ¿Dónde está mi niño pequeñito…?
Son frases que escuchamos y que en muchas ocasiones nosotros mismos hemos dicho. A todas estas preocupaciones propias de la edad, en ocasiones se suman las de… .
- Últimamente hace cosas raras con la comida.
- Está demasiado pendiente de la báscula.
- Creo que está perdiendo peso…
- Se interesa demasiado por las etiquetas, calorías y alimentación en general cuando antes nunca lo había hecho…
Cuidado porque podría ser el inicio de un trastorno de conducta alimentaria entre los que se encuentran la anorexia nerviosa y bulimia.
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria son una serie de trastornos que se caracterizan por alteraciones que se relacionan con la actitud y el hábito de comer, con la distorsión de la imagen corporal y que tendrán consecuencias en su salud a corto, medio y largo plazo.
En el 85% de los casos aparece entre los 14 y los 18 años, aunque puede iniciarse a cualquier edad.
Los rasgos de personalidad más frecuentes son:
- 1. Son muy perfeccionistas y con gran nivel de autoexigencia
- 2. Negación del hambre
- 3. Inmadurez afectiva y en las relaciones de pareja
- 4. Fuerte dependencia de su entorno
- 5. Aislamiento social.
Es frecuente la asociación con otros trastornos psiquiátricos que no debemos perder de vista.
La paciente con Bulimia nerviosa, a diferencia de las pacientes con anorexia suelen tener un peso normal o sobrepeso a lo que se añade una baja autoestima. Tienen una preocupación excesiva por la alimentación, suelen tener ciclos de dietas extremas y ayuno a lo largo de su vida y suelen hacer una actividad física irregular.
En la última década hemos observado un incremento notable tanto en chicas como en chicos, aunque sigue siendo más frecuente en mujeres en una relación 10 a 1.
¿Cuáles son los signos de alerta?
- 1. Interés desmedido por todo lo relacionado con la nutrición: etiquetado, calorías…
- 2. Obsesión por la báscula pesándose a diario.
- 3. Cambios en su forma de comer: disminuye cantidades, deja de comer alimentos que antes comía, aparta alimentos del plato.
- 4. Rechaza comidas familiares o con amigos.
- 5. Comentarios continuos a cerca del peso, talla, etc…
- 6. Aumento de la actividad física y frustración llamativa e ira si no pueden llevarlo a cabo.
- 7. Pérdida de peso injustificadas y prolongadas en el tiempo.
- 8. Acudir al baño tras las comidas.
- 9. Reglas irregulares o con faltas.
- 10. Control excesivo de todo lo que entra en casa y malestar ante la presencia de alimentos que ellos consideran 'prohibidos'.
Así que ahora que ya conoces los signos de alerta, no dudes en consultar con tu médico, pediatra o psicólogo si tienes cualquier duda. ¡Estamos aquí para ayudarte!
Nosotros los padres somos los que más tiempo estamos con nuestros hijos alrededor de una mesa, pongamos los cinco sentidos y detectemos a tiempo.