La última portada de la revista TIME nos propone un dilema. ¿Borrar o no borrar Facebook? Esa es la pregunta que lanzan y que está generando todo tipo de reacciones.
Dentro de sus páginas, TIME recoge dos artículos que desgranan cómo funciona Facebook internamente, siendo especialmente contundente el escrito por Roger McNamee, uno de los primeros inversores de la empresa y exasesor de Mark Zuckerberg.
"Hace cinco años, me embarqué en una misión para ayudar a Facebook a cambiar su cultura, modelo de negocio y algoritmos. Estuve involucrado con la empresa en sus inicios como asesor e inversor. Desde entonces, muchos otros y yo hemos presionado al fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, y a la directora de operaciones Sheryl Sandberg, para que reforman Facebook. Hablé con ellos en privado. Hablé en público. Escribí para TIME en 2019 , instando a Facebook y Silicon Valley a adoptar tecnología impulsada por humanos en lugar de algoritmos adictivos y peligrosos. No pasó nada", critica en su primer párrafo.
¿Qué ha cambiado ahora? El testimonio de Frances Haugen, extrabajadora de Facebook, ha removido un intenso debate. En su declaración, denunciaba que los productos de esta compañía "hacen daño a los niños, aumentan la división -en la sociedad- y debilitan la democracia", apostando por "redes sociales más seguras".
Su denuncia llegó al gran público en una publicación llamada 'Los archivos de Facebook', recogida por el 'Wall Street Journal', donde se da cuenta de los métodos de la compañía. Uno de los ejemplos son los documentos internos que tienen en Facebook en los que reconocen que Instagram es una red social tóxica para muchas adolescentes.
En resumidas cuentas, se explica el complejo entramado por el cual Facebook se ha mostrado "ambiguo" en muchas cuestiones en las que pretendía ser contundente, representando un "riesgo" para la población, "anteponiendo sus beneficios al bienestar social".
"La autonomía personal y la democracia están siendo atacadas por el capitalismo de vigilancia. Y, sin embargo, la industria tecnológica actual no está, en su mayoría, regulada, habiendo surgido en medio de una era de desregulación. Esto ha permitido que los gigantes tecnológicos se comporten como gobiernos no electos", critica McNamee en su artículo, que cuestiona que la industria tecnológica da productos "que no son seguros".
La respuesta de Facebook vino a través de un comunicado del propio Zuckenberg negando todas las palabras de Haugen, que, a su juicio, traslada una "imagen falsa de la empresa". Para Haugen, Facebook está en un proceso de "bancarrota moral" del que "no pueden salir", pidiendo que se resuelvan esos problemas para "seguir adelante" con la empresa.