El Gobierno irlandés ha recomendado a políticos y trabajadores del Parlamento nacional, así como otros funcionarios, que no mantengan conversaciones laborales cerca de dispositivos inteligentes como Alexa o Google Home para evitar filtraciones, según ha desvelado este lunes el "Business Post".
Según este medio, el Ejecutivo de Dublín envió una circular el pasado año a las dos cámaras en la que también pide que no se guarden documentos oficiales en ordenadores personales o teléfonos móviles, y que sus familiares no tengan acceso a los dispositivos de trabajo.
El objetivo, dice la nota, es evitar que se "mantengan conversaciones de trabajo confidenciales" cerca de "asistentes digitales o altavoces inteligentes" ya que "éstos pueden grabar lo que se dice y compartirlo con sus compañías matrices", como Amazon o Google en el caso de Alexa y Google Home, respectivamente.
En declaraciones al "Business Post", un portavoz de Amazon aseguró que sus dispositivos están diseñados para detectar únicamente palabras determinadas por comandos de voz y subrayó que no graban conversaciones a menos que lo pida el usuario.
Por su parte, una fuente de Google explicó a este medio que la compañía concede al usuario el "control sobre la experiencia e intenta que ésta sea sencilla".
El experto David McNamara, de la compañía irlandesa de ciberseguridad CommSec, recordó que, a menudo, el hackeo de estos sistemas es obra de piratas informáticos que trabajan para ciertos países.
"Pueden buscar cualquier cosa. Si un Gobierno está negociando un acuerdo comercial, puede que quieran información al respecto. También si existe una situación política con detalles delicados", señaló.
Es cuestión de "motivación" y, en consecuencia, no lo llevará a cabo un "hacker cualquiera desde el sótano de su casa", sino que "puede ser un Estado, puede ser Corea del Norte o China o Estados Unidos", agregó McNamara.
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