Escuchándole parecía fácil: "Hacer algo absolutamente nuevo". Ahí está la clave, en atreverse. Atreverse a llevar el teatro a la tele, a dar color a una España en blanco y negro y ponerle música, y atreverse a hablar de sexo a principios de los 90 con voz de mujer, así como atreverse con la calabaza Ruperta del 'Un, dos tres... responda otra vez'.
Chicho Ibáñez Serrador fue director, guionista, actor y realizador pero, sobre todo, creador de ilusiones. Chicho nos dejó auténticas joyas. ¿Quién no recuerda alguna de sus obras? 'Un, dos tres... responda otra vez', 'Historias para no dormir', ¿Quién puede matar a un niño' y 'La residencia', entre las más conocidas.
Hijo de actriz y de director teatral, aunque nació en Uruguay, Chicho se hizo grande en España. Se atrevió con la tele, pero también con el teatro y con el cine. Tanto que la gran pantalla le trajo su último premio: el Goya de Honor, en enero de 2019.
Muchos rostros conocidos han acudido a la capilla ardiente a dar su último adiós a Chicho, entre los que se encontraba, por ejemplo, Josema Yuste, que habla del cineasta como "una gran persona con un gran sentido del humor" o Silvia Abascal que le recuerda como "un innovador, un visionario y un genio".
"Estos cariños hacen que te enfrentes a la realidad y te des cuenta de que se ha ido", cuenta Alejandro Ibáñez, hijo de Chicho Ibáñez Serrador.
La televisión lleva y llevará su impronta. Y los que la vemos te damos las gracias. Hasta siempre maestro. Buen viaje.