La Feria del Libro de Madrid, clausurada el pasado domingo, se salda este año con más de un millón de asistentes y la venta de más de 585.000 libros, pero también con la preocupante amenaza de la ultraderecha a algunos de los autores que acudieron a firmar ejemplares en esta edición.

Así lo ha denunciado la propia organización al hacer balance del evento cultural, en un comunicado en el que lamentan la "cara menos amable" de su 83º edición: "La amenaza de ultraderechistas a algunos de los autores y autoras que han firmado durante los 17 días" y que, lamentan, "ha sido causa de preocupación durante la exitosa edición" de este año.

En la misma nota, la organización destaca que "la dirección de la Feria ha estado en permanente contacto y coordinada con las fuerzas de orden público para garantizar su protección" y traslada "públicamente su defensa de este evento cultural de interés general como espacio de libertad en el que este tipo de comportamientos no tienen cabida".

Entre los autores que han sufrido estas amenazas se encuentra el periodista Antonio Maestre, que relataba la semana pasada en Al Rojo Vivo que tuvo que firmar "con tres miembros de la seguridad de la organización y un compañero infiltrado" porque "había amenazas graves para la seguridad". Una situación, denunciaba, que "no se puede normalizar".