La despedida de 'Juego de tronos' en la 71º gala delos premios Emmy ha tenido un sabor agridulce. La serie de HBO, ganadora de la estatuilla a Mejor Drama, se fue prácticamente de vacío en una noche donde brillaron 'Chernobyl' y 'Fleabag'. La miniserie sobre el desastre nuclear se llevó tres galardones por los cuatro de la comedia de Phoebe Waller-Bridge
'Fleabag' arrasó en la categoría de comedia, donde se llevó el premio a mejor serie, así como guión, dirección y actriz, todo con un nombre propio: Phoebe Waller-Bridge, que se llevó la gran ovación de la noche. Esta creación, producida por Amazon, es una comedia que narra la vida de una joven que atraviesa una crisis vital tras perder a su mejor amiga.
También destacado fue el premio a Bill Hader como mejor actor de comedia por 'Barry', serie de HBO creada por el propio intérprete, y sendos premios de actores secundarios para Alex Borstein y Tony Shalhoub por 'The Marvelous Mrs. Maisel', que elevaron la cifra de galardones para Amazon a 15.
En las categorías interpretativas Ozark dio la sorpresa con el premio a Julie Garner, que competía con actrices de 'Juego de Tronos', Billy Porter consiguió el Emmy al mejor actor protagonista por Pose y Jodie Cormer se llevó el galardón por su papel de Villanelle en 'Killing Eve'. Por su parte, S'uccession' fue premiada con la estatuilla a mejor guión, mientras que 'Black Mirror: Bandersnatch' fue elegida mejor película de televisión.
'Juego de Tronos' triunfó sin brillar
La adaptación de la saga de George R.R. Martin ha dicho adiós ampliando su récord como serie con más premios de la Academia de Televisión de Estados Unidos. Un total de 59 durante sus ocho temporadas tras los dos conseguidos la pasada noche: el de mejor drama y también el de mejor actor secundario para Peter Dinklage, premio que gana por cuarta vez por su papel como Tyrion Lannister.
'Juego de Tronos' partía como la gran favorita de los premios Emmy al llegar con el récord del mayor número de nominaciones para una única serie, pero no cumplió sus expectativas en una noche repleta de sorpresas. Se llevó el premio a la mejor serie dramática, pero no consiguió el preciado galardón para ninguno de sus intérpretes protagonistas, por lo se quedó a las puertas de batir la marca histórica de la ficción con más reconocimientos en los Emmy.
La serie lideró esta edición con 12 galardones y habría necesitado uno más para igualar el récord de la ficción con más premios en una misma noche, pero la derrota de sus protagonistas, Kit Harington y Emilia Clarke, en la categoría a mejor actor y actriz de drama impidió que lograse hacer historia.