Con los premios como excusa, y mucha y muy variopinta música sobre el escenario, Rosalía ha cautivado a Sevilla cantando en la gala de los MTV EMAs 2019 'Di mi nombre', y ha salido a recoger encantada el premio a Mejor Colaboración por 'Con altura', su ya célebre unión con J Balvin (y el habitual El Guincho, presente como su fiel escudero).
El griterío de los 4.000 asistentes, ya de por sí insistente y atronador desde antes de empezar la gala, alcanzó con la catalana sus más altas cotas. Su ambiciosa actuación, con una original escenografía con una enorme montaña de sillas rojas y una treintena de coristas, palmeros y bailarines (mayoría de chicas, de nuevo, una constante de la velada), no fue para menos.
Ha habido forofismo futbolero al grito de "¡Rosalía, Rosalía!" y ella lanzando besos al público. De hecho, ha prendido sobre todo el medidor de aplausos cada vez que se ha pronunciado el nombre de Rosalía y ella, lejos de desperdiciar su paso por la sede de la Bienal de Flamenco, se ha reivindicado con un colosal tablao erigido sobre una montaña de sillas de mimbre y el arte de decenas de cantaoras y bailaoras.
Así, la gala de los MTV EMAs se ha convertido en otra noche de triunfo inusitado para la música española en los fueros gracias a Rosalía, no solo por hacerse con un nuevo galardón de la cadena, sino por grabar a fuego otra actuación icónicaen una gala global rendida al talento femenino.
Un gesto internacional
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¿Por qué es importante? La cantante mexicana estaba terminando su concierto cuando, muy seria, se paró a hacer la señal internacional que realizan las mujeres víctimas de violencia de género para pedir ayuda: mano extendida, pulgar hacia dentro y cierre con el resto de dedos.