"Yo no puedo jugar así". Unas palabras de Thibaut Courtois que marcaron un antes y un después en el derbi entre el Atlético de Madrid y Real Madrid. El lanzamiento de mecheros y objetos hacia la portería y aérea del portero belga no cesaba. Avisaron por megafonía, pero los ultras, lejos de seguir las indicaciones, siguieron arrojando todo tipo de objetos contra su objetivo, el portero belga. Tres minutos en donde el árbitro de campo, Mateo Busquets Ferrer, y el de VAR, Javier Iglesias Villanueva, tomaron la decisión correcta: aplicar el protocolo y parar el partido durante 10 minutos.

Aunque este fue el desenlace de la historia, ya que desde el minuto 64 el fútbol dejó de ser el protagonista. Tras un gol de Éder Militão que rompía la igualdad en el marcador, Courtois celebraba y agitaba la mano hacia la grada situada detrás de una de las porterías, donde se encuentra el Frente Atlético. Acto seguido, a modo de respuesta, los mecheros se empezaron a apoderar del área pequeña. Unos objetos que el portero merengue recogió y llevó al colegiado del encuentro como prueba del crimen.

"Te va el portero", avisaba Javier Iglesias Villanueva a Mateo Busquets. Este mismo, al observar que se trata de mecheros, se los lleva al delegado de campo y le pide que "por favor, digan por megafonía que cesen el lanzamiento de objetos", enseñando y señalando los mecheros.

Thibaut Courtois

Un primer toque de atención que, tras lo acontecido, no fue suficiente para frenar las actitudes violentas de los ultras. Ni cinco minutos pasaron cuando, previo a un saque de portería, Busquets y Courtois mantienen una conversación. "Hay que parar el partido", afirma el colegiado, mientras que el jugador del Real Madrid le responde que "yo no puedo jugar así".

Un diálogo que termina con un nuevo aviso al delegado de campo, al que asegura que "a la próxima meto al equipo dentro". Una amenaza que se acaba cumpliendo antes de que el propio Courtois pueda sacar de portería. El portero vuelve a insistir que "no puedo jugar", a lo que el colegiado toma la decisión: "¿No puedes jugar? Vale. Nos metemos dentro".

Es en ese instante cuando se activa el protocolo. Busquets comunica al Cholo Simeone y Carlo Ancelotti que va a parar el partido durante diez minutos. El entrenador del Atlético de Madrid asiente y afirma que "me parece muy bien, muy bien". Tras hablar con los dos técnicos, comienza a indicar a los jugadores de campos que se retiren del verde y que pongan rumbo a los vestuarios. Luka Modrić le pregunta que por qué diez minutos, a lo que el árbitro le explica que "es protocolo Modrić, protocolo por el lanzamiento de objetos. Luka, hay que entrar".

Aunque no es el único al que tiene que dar explicaciones. Daniel Carvajal, Éder Militão y Julián Alvárez también preguntan a Busquets el motivo por el que ha parado el partido. "Estoy cumpliendo el protocolo". "Aviso una vez Julián, siguen lanzando objetos". 17 minutos después, se reanuda el partido con los ultras controlados, una actuación impecable del árbitro y unas imágenes que dejan en mal lugar al fútbol español y al Atlético de Madrid.