Las calles de Francia ardían, al igual que Barcelona. Las protestas de los chalecos amarillos el diciembre pasado colapsaron el país y el fútbol se vio amenazado.
París, Angers, Saint-Etienne, Toulouse, Nimes y Mónaco. Seis ciudades francesas, seis partidos de la jornada 17 de Liga fueron aplazados.
La Ligue One tomaba esa decisión tras la petición de las fuerzas de seguridad del país galo. Tenían serias razones para temer una gran violencia alrededor del fútbol. Unas imágenes que ahora mismo se reproducen en las calles de Barcelona.