Zinedine Zidane volvió a colocar a Gareth Bale en el once inicial. Hacía semanas que el galés estaba desaparecido, incluso de las convocatorias. En el duelo de Copa del Rey ante Unionistas de este miércoles, Bale volvió a la titularidad. Y su aparición se convirtió en un cara y cruz.
Porque el extremo fue el autor del primer gol en la primera mitad, en un disparo cruzado con la diestra que tocó ligeramente en un contrario. Bale no celebró el tanto, a pesar de que acumulaba un total de 143 días sin ver portería con la camiseta del Real Madrid. Una sequía enorme para un jugador que también está pasando desapercibido este curso.
Pero la buena noticia del gol del galés quedó ensombrecida en la segunda mitad, tras sufrir un golpe. Sus molestias eran evidentes y Zinedine Zidane decidió sustituirle en el minuto 53. Se marchó al banquillo cojeando, con claras muestras de dolor.
El Real Madrid derrotó a Unionistas (1-3) gracias a los goles del mencionado Gareth Bale y el doblete de Brahim Díaz, que aprovechó los minutos que le ofreció Zidane. El ex del Manchester City se mostró muy activo y dejó un detalle maravilloso en el tercer gol, con un recorte dentro del área que dejó sentado al defensa.
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Álvaro Romero anotó el tanto del cuadro local, en un día inolvidable para un club, Unionistas, que apenas tiene seis años de vida. Los aficionados de Las Pistas del Helmántico cantaban y ondeaban sus bufandas tras el pitido final del colegiado. Los jugadores se acercaron a la grada para agradecer el incansable apoyo de sus seguidores.
