Mallorca tiene ante sí en la noche de este lunes uno de esos días marcado a fuego en el calendario. El conjunto bermellón se mide en Son Moix ante el Real Madrid en uno de los partidos más esperados de la temporada desde la isla.
Con la seguridad de que una derrota no conlleva entrar en puestos de descenso, jugadores y afición sueñan con dar la 'campanada' ante los blancos.
Para ello, el feudo mallorquín se vestirá de gala, pudiendo albergar por primera vez desde la pandemia el 100% de su aforo, unos 20.500 espectadores.
Sin embargo, hay quien desde el propio club ha visto manera de hacer negocio propio y sacar tajada del partido.
Tal y como ha informado el director del fútbol base, Miquel Toni Gelabert, el RCD Mallorca ha detectado que algunos de sus canteranos están vendiendo entradas en la reventa, por lo que el club ha amenazado con tomar "acciones disciplinarias graves".
"Internamente el club ha detectado acciones de reventa de las entradas que proporcionamos a nuestros jugadores para el partido del lunes 14 contra el Real Madrid. Dichas entradas han quedado automáticamente anuladas. Dicho esto, si se detecta que algún jugador o familia está haciendo reventa de entradas se aplicarán acciones disciplinarias graves por parte del club", reza el comunicado.
Además, desde el club han decidido invalidar los abonos 'prestados': "El Mallorca ha tomado la decisión de anular y prohibir la entrada a los abonos que se detecten que han sido revendidos".