El Comité de Competición de la RFEF ha sancionado al Valencia con el cierre parcial de Mestalla durante cinco partidos, más concretamente de la grada sur Mario Kempes, tras lo ocurrido durante el partido contra el Real Madrid, en el que tuvieron lugar insultos racistas dirigidos al jugador madridista Vinicius. Además, el organismo deja sin efectos la expulsión de Vinicius durante dicho partido.
El comité explica que tras ver el acta arbitral y el informe realizado por el Oficial Informador, la denuncia del Director de Integridad de la Real Federación Española de Futbol, la denuncia de la Liga Nacional de Fútbol Profesional, así como el escrito de alegaciones formulado por el Real Madrid, "se han constatado una serie de hechos, todos ellos acreditados por las correspondientes pruebas videográficas".
Los hechos ocurrieron durante el partido entre ambos equipos de la trigésima quinta jornada de LaLiga Santander. Según el comunicado emitido a última hora de este martes, se ha decidido "imponer al Valencia una sanción de clausura parcial del recinto deportivo por un período de cinco partidos y una sanción pecuniaria de 45.000 euros por la comisión de las infracciones muy graves tipificadas en los artículos 69.1.c), 69.2.d) y 76.1 del Código Disciplinario de la RFEF".
Además, han señalado que dicha "clausura parcial afectará a la denominada Grada Kempes, y se cumplirá con arreglo a lo dispuesto en el artículo 57.1 del Código Disciplinario de la RFEF". Contra esta decisión cabe la "interposición de recurso, en el plazo de diez días hábiles, ante el Comité de Apelación".
La expulsión de Vinicius, sin efectos
Por otro lado, el Comité de Competición ha acordado dejar sin efectos disciplinarios la expulsión de Vinicius, por lo que podrá jugar este miércoles ante el Rayo Vallecano tras estimar las pruebas videográficas aportadas por el Real Madrid. El futbolista recibió la roja por un manotazo al jugador 'ché' Hugo Duro cazado por el VAR.
El Real Madrid alegó todo lo sucedido con el jugador durante esta campaña en diversos partidos, los insultos de los que fue objeto, que el colegiado recibió una imagen "sesgada" desde el VAR donde no se aprecia que Hugo Duro le sujetó por el cuello "con riesgo inminente de asfixia" y "la irregularidad de la existencia de dos actas sucesivas".
"En el caso que nos ocupa, entendemos que concurre una circunstancia extraordinaria, grave y totalmente inusual, que determina en nuestra opinión que la decisión adoptada por el Colegiado reflejada en el Acta que aquí se examina incurre en una patente arbitrariedad, pues se adopta sobre una base fáctica alterada y parcial, lo que ha determinar que incurre en una manifiesta falta de validez para fundamentar en la misma una sanción", ha puntualizado Competición.
Este acreditó igualmente "que la apreciación del colegiado estuvo determinada por la omisión de la totalidad del lance sucedido", lo que afectó a su decisión. "En efecto, el hecho de que le fuese hurtada una parte determinante de los hechos le abocó a adoptar una decisión arbitraria", señaló. "Y ello porque le fue imposible valorar de modo adecuado lo que ocurrió, pues en el procedimiento necesario para la adopción de tal decisión se habría producido la omisión de un trámite indispensable para que la misma hubiera podido ser legítima y legalmente adoptada", añadió Competición.