Tras la corta victoria ante el Getafe y sobre todo después de la dura derrota ante Osasuna, ya comenzaban a aflorar las primeras dudas en torno al proyecto de Hansi Flick en la Ciudad Condal.
El Barça necesitaba recuperar sensaciones, volver a la senda del gol y lograr esa confianza desbordante que destilaba en las primeras jornadas... el Barça lo que realmente necesitaba era un partido como el del Young Boys.
Los culés han pasado por encima del conjunto suizo de principio a fin con tres nombres propios: Lamine Yamal, Raphinha y Lewandowski.
De una gran conexión entre los tres afloró el primer tanto culé. El español combinó con el brasileño, que puso un balón perfecto al segundo palo que no desaprovechó el polaco.
Lewandowski ya suma ocho goles en diez partidos, pero lo que realmente ilusiona al barcelonismo es la conexión entre el tridente.
Con la lata abierta llegaron los tantos de Raphinha e Íñigo Martínez para dejar el partido visto para sentencia en el descanso.
Ya en el segundo acto, el propio Lewandowski puso el cuarto en el marcador antes de que un gol en propia del Young Boys redondease la 'manita' blaugrana.