El Atlético comenzó a ganar su última Liga al final de la temporada 2013. En la final de la Copa del Rey de 2013. En ese momento, cuando pocos lo pensaron, los rojiblancos le ganaron al Real Madrid con un cabezazo de Miranda. Desde ese día, el equipo de Simeone se lo creyó. Se creyó que podía reinar en España... y en 2014 lo hicieron.
Incluso yéndose Falcao, la principal estrella del plantel del Cholo lo hicieron. Gracias a una idea, a un estilo y a unos futbolistas que, partido a partido, sabían que podían hacerlo. Sabían que podía llevar de nuevo a las vitrinas un título que no olían desde 1996 con Radomir Antic de entrenador.
Desde el portero titular hasta el jugador que menos minutos disputó, todos fueron y se sintieron importantes en el Atlético. Sin embargo, hubo nombres más importantes que otros, como el de Tiago mismamente. O el de Miranda. O los de Filipe Luis y Juanfran.
Los dos 'Diegos' y Courtois
Sin embargo, si hay que destacar uno es, evidentemente, el de Diego Godín. Suyo fue el cabezazo que dio LaLiga al Atlético. La puso Gabi desde la esquina, con el marcador 1-0 en la 'final' contra el Barça, y el uruguayo se elevó entre todos para batir a Pinto.
Cogió el charrúa el testigo de Kiko y del propio Simeone, autores de los goles en el último encuentro ante el Albacete que, en la 1995-96, dieron la Liga número 9 al Atlético. Fue él quien puso la guinda a una temporada, en números, simplemente perfecta.
Noventa puntos, tan solo cuatro derrotas y un total de 77 goles a favor por tan solo 26 en contra. En ambas materias dos jugadores fueron clave. En el apartado ofensivo, Diego Costa, máximo goleador con 27 tantos. En el defensivo, aparte del propio esquema del Cholo, Thibaut Courtois.
Los dos se fueron al Chelsea al año siguiente, pero mientras el belga volvió a España para jugar en el Real Madrid, el atacante regresó al Atlético con no precisamente la misma sensación con la que se fue.
Junto al de Lagarto, David Villa. En números no se aproximó al de sus mejores años, pero él sabía y sigue sabiendo lo que es ganar títulos importantes. En aquella temporada, era algo que tan solo él podía decir. Su mentalidad, clave.
Gabi, Koke... y Raúl García
Como clave fue la capitanía de Gabi. El 14, número que lució Simeone en sus años en el Atlético, hizo una temporada para ir al Mundial de Brasil. No sucedió, pero su liderazgo en la medular y en el vestuario. Koke seguía creciendo a su lado.
Otro de las claves fue Raúl García. El navarro fue el jugador número 12 del Atlético. Polivalencia pura, adaptable a jugar de segundo delantero, por el medio, por banda... en común, en cada puesto, aportaba esa brega que tanto le gusta a Simeone. Y también goles, no pocos, desde segunda línea.
Evidentemente el Cholo es el gran artífice del éxito del Atlético. El que hizo de un equipo que con Manzano estaba a la deriva y cayendo contra el Albacete en la Copa del Rey un conjunto campeón de Copa y, casi con los mismos nombres, de LaLiga y casi de la Champions.
El cénit del cholismo
Su estilo tocó la cima aquel año. Férreo en defensa y letal en ataque, con un Diego Costa fino y acertado que encontró en Villa a su pareja perfecta. Con un juego a balón parado de los que cada córner o cada falta cercana al área se aplaudía como medio gol. Un estilo que, sin descuidar la defensa era poderoso en ataque.
Fueron, en goles marcados, el tercer equipo en cuestión tras los inalcanzables Barcelona y Real Madrid, que acabaron con 100 y 104 dianas cada uno respectivamente. Su mayor fragilidad defensiva hizo que cayeran ante los del Cholo.
Pudo ser diferente, pues los rojiblancos sufrieron ese mal de altura en las últimas jornadas y llegaron al Camp Nou sin los deberes hechos. Les valía el empate y lo lograron, pero todo pudo cambiar de haber dado validez Mateu Lahoz al tanto que marcó Lionel Messi. Lo anuló por fuera de juego, que no era.
Con VAR, ¿habría sido LaLiga para el Barça?
Con el VAR, LaLiga podría haber sido para el Barça... o haber seguido siendo para el Atlético, dependiendo de las decisiones erróneas que ambos hubiesen sufrido a lo largo de la temporada. Pero en aquel entonces no había vídeo.
Y el Atlético, con 90 puntos, le ganó LaLiga al Barcelona y al Real Madrid. A 38 partidos, en la competición de la regularidad, los rojiblancos salieron vencedores y rompieron la hegemonía de los dos grandísimos de España y de Europa.