La velocidad de Nico Williams, el desequilibrio de Lamine Yamal, el 'trabajo sucio' y remate de Morata, la calidad de Pedri y Fabián en tres cuartos, el 'todoterreno' Rodri, los pulmones de Carvajal y Cucurella, la seguridad de Laporte y Le Normand... ¿y Unai Simón?
Tal ha sido el domino de la selección española sobre Italia en el segundo partido de la fase de grupos de la Eurocopa que el portero del Athletic Club de Bilbao apenas ha intervenido.
Los de Luis de la Fuente, con la confianza que les otorgaba la goleada a Croacia, no cambiaron su plan ante sus verdugos en 2021.
Menos 'tiki taka' y más transiciones rápidas en campo rival, solidez defensiva, presión en la salida rival... el plan del seleccionador surtió tal efecto que los de Spalletti se fueron sin ni siquiera tirar a puerta.
A pesar de ello, y haciendo gala de su histórico carácter aguerrido, a la Selección le costó perforar la portería de Donnarumma.
De hecho, el partido se fue al descanso sin goles, pero nada más arrancar el segundo acto, en una de tantas internadas de Williams por la izquierda, Calafiori mandó el balón al fondo de sus propias mallas.
A pesar de los cambios, Italia no creaba peligro. No es la de 2021. Ni de lejos la de antaño. Pero España ha demostrado que es una seria candidata para alzar esta Eurocopa.
Por el momento, salvo descalabro ante Albania, todo apunta a que 'La Roja' pasará a octavos de final como primera de grupo, lo que le dejaría un enfrentamiento, a priori, 'sencillo' para pasar a cuartos. Desde luego, pocos equipos entretienen y compiten como nuestra Selección. Veremos cómo acaba, pero España va muy en serio.