La superioridad del Barça se fue notando poco a poco en el encuentro, pero hubo un aspecto en el que el club blaugrana se mostró muy dominante respecto al Real Madrid, el fuera de juego.
Doce veces en todo el partido dejó el Barça de Flick al Madrid de Ancelotti en posición antirreglamentaria. Un dato que fue lo que provocó la frustración del ataque blanco, en especial de Kylian Mbappé. El francés fue el gran damnificado de la línea adelantada del Barcelona después de que le anularan dos goles por estar en posición incorrecta, donde cayó ocho veces durante el encuentro.
Sorprendía el planteamiento de Hansi Flick dejando tanto espacio atrás a jugadores tan potentes en la carrera. Pero como sucedió con el Bayern, la zaga azulgrana hizo un trabajo impecable a la hora de tirar la línea. Ni un solo error, lo más cercano a ello, una jugada milimétrica de Mbappé en la primera parte que hubiera sido el 1-0 de no ser porque el ex del PSG estaba adelantado por centímetros.
No fue la noche de Kylian que tuvo muchas oportunidades para marcar y que no estuvo acertado a la hora de intentar evadir el fuera de juego. Fue uno de los aspectos más determinantes del partido y con un planteamiento defensivo inmaculado, el Barcelona fue capaz de asaltar el Santiago Bernabéu.