El Barça sigue ganando. El Barça sigue disfrutando. El Barça sigue sin perder un solo partido de LaLiga en la presente temporada. Ante el Girona, equipo que el pasado curso les dio algún que otro quebradero de cabeza, los de Flick golearon para salir de Montilivi con una gran sonrisa en la cara... y con un 1-4 en el marcador final del envite.
Todo, en gran parte, a Lamine Yamal. El chaval, que se está saliendo, sigue en versión Eurocopa. Sigue siendo el que fue con la Selección. Porque es, a su corta edad, el gran líder del Barça. Dos goles. Dos. En apenas minutos. En un primer acto en el que el Barça se fue en ventaja gracias al 19.
Del 30 al 37. En siete minutos, dos goles. Doblete. Con precisión. Con puntería. Con esa capacidad para crear peligro por cualquier zona del ataque del Barça. Era imparable. Es imparable.
Como el Barça, que tras el descanso volvió a marcarlos de dos en dos. Primero, con Dani Olmo; luego, con Pedri.
Stuani, el gol del honor
Era ya un 0-4. Uno que reflejaba lo que se veía pero que bien pudo haber sido diferente de haberse señalado el penalti que sí se pitó antes de la intervención del VAR por manos de Iñigo Martínez al final del primer acto. Le da, sin duda le da, pero el cuero viene de un rechazo y él está de espaldas.
Stuani, eso sí, maquilló el resultado cuando el duelo enfilaba ya su conclusión ante un Barça que se va con la buena nueva de la goleada y con la mala de la roja directa a Ferran Torres por un feo pisotón en mediocampo a Asprilla.
Quince de quince. Eso lleva el Barça esta temporada. Son líderes, y lo seguirán siendo al menos un par de partidos más por la ventaja que llevan sobre sus rivales. Invictos.