Comunicado del FC Barcelona

Laporta, Bartomeu, Rosell, Gaspart y Reyna unen fuerzas por el 'caso Negreira'

Los expresidentes del FC Barcelona desde que se comenzaran los pagos a Enríquez Negreira se reunieron para "buscar la cohesión del barcelonismo" ante las "acometidas" que está sufriendo el club "especialmente en la actualidad".

Pasado el mediodía de este jueves, el FC Barcelona ha emitido un comunicado en su página web informando de una reunión que tuvo lugar en la noche de este martes entre varios expresidentes del club.

En la misma estuvieron Joan Laporta, Josep Maria Bartomeu, Sandro Rosell, Enric Reyna y Joan Gaspart, los presidentes que han ocupado el palco azulgrana desde que comenzasen los pagos a Enríquez Negreira en 2001.

El motivo, tal y como reza el texto, es "buscar la cohesión del barcelonismo" ante las "acometidas" que está sufriendo el club "especialmente en la actualidad".

La reunión, cuyo objetivo es "consolidar y afianzar la posición unificada de los barcelonistas", llega después de que la semana pasada el propio Bartomeu solicitase una estrategia de defensa común entre los imputados en el 'caso Negreira'.

La misma línea la siguió Gaspart en la Asamblea General de Socios y Socias Compromisarios celebrada el pasado sábado pidiendo "consolidar una posición inquebrantable para buscar la cohesión del barcelonismo".

"En el encuentro se analizó la actualidad barcelonista y se consensuaron posiciones, que en síntesis se convirtió en una postura de apoyo a los intereses del Club, especialmente en asuntos relacionados con las acometidas que el FC Barcelona ha sufrido incesantemente a lo largo de su historia y muy especialmente en la actualidad", añade el texto.

Cabe recordar que los pagos a Negreira comenzaron con Joan Gaspart, prosiguieron con la presidencia interina de Enric Reyna, subieron con Joan Laporta y se mantuvieron con Sandro Rosell y Josep María Bartomeu.

Por el momento, son los tres últimos presidentes los que están siendo investigados en el marco del caso que tiene en la mira los 7,5 millones de euros pagados por el Barça al que fuera vicepresidente de los árbitros.