Ocurrió antes del partido de Champions que enfrentó al Real Madrid contra el Manchester City. Unos aficionados del club inglés destrozaron la Plaza Mayor, humillaron a las mendigas y provocaron a la policía.
Los hooligans del City se dedicaron, en las horas previas al enfrentamiento, a beber hasta acabar en un claro estado de embriaguez.
Al final, acabaron provocando daños tanto en la calle como en los propios locales, lanzando balones a los balcones de las viviendas para intentar golpear las ventanas, destrozando el mobiliario de los bares e incluso humillando a una mendiga.
Unos aficionados sobrepasados por los efectos de alcohol que mostraron una actitud lamentable que vuelve a ensuciar al mundo de fútbol.