Desde su fichaje por el Real Madrid allá por la época de José Mourinho, Luka Modric se ha convertido en una pieza indispensable en el centro del campo del equipo blanco. Es una de las figuras del vestuario más respetadas, aunque eso no le exime de muchas bromas.
En una entrevista a 'La Gazzetta dello Sport', el croata ha confesado cuál es el mote que le han puesto sus compañeros y el curioso motivo: "Los compañeros en el Real Madrid me llaman 'vinagre' porque cuando pierdo en el entrenamiento me lo tomo mal".
En esta extensa charla con el medio italiano, Modric ha recordado algunos de sus mejores momentos en el Real Madrid y ha hablado de una posible retirada a corto plazo (tiene 34 años). "Todavía puedo jugar a alto nivel dos años más", afirma.
Asimismo, el ex del Tottenham ha lanzado un mensaje a Kylian Mbappé, deseo de Florentino Pérez desde hace varias temporadas. "Mbappé lo tiene todo", empieza explicando el croata. "Creo que para dar el salto, necesita ir a un campeonato donde su equipo no gane tan fácilmente", expresa.
Y lanza otros nombres que considera podrían convertirse en las grandes estrellas del fútbol del futuro: "Veo un gran potencial en Vinicius; y me gustan Kevin De Bruyne y Sterling".
Su infancia
Natural de la localidad croata de Zadar, Modric recuerda su infancia y su estrecha relación su abuelo: "Me llevaba con él de caza y hacía de su ayudante mientras conducía el ganado de pasto. Me hacía sentir especial".
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Una niñez marcada por la guerra de los Balcanes. En el refugio de su domicilio se vio obligado a pasar largas noches en las que sólo el fútbol le hacía olvidad. "Vivía en el hotel Kolovare con la familia. Jugábamos a la pelota o nos escondíamos en el hotel, hasta que se escuchaban las sirenas. En ese momento, sabías qué hacer: correr al refugio. Allí, volvíamos a jugar", sentencia.