En el caso de Kylian Mbappé, parece que todos los caminos llevan a Madrid. El delantero francés, libre para negociar con cualquier club desde el 1 de enero, apunta a tener ligado su futuro al del club blanco y, en los instantes previos al trascendental choque de octavos de final de la Champions League entre París Saint - Germain y Real Madrid, dejó una buena muestra de ello.
En el túnel de vestuarios del Parque de los Príncipes, la estrella francesa saludó más a jugadores rivales que a los de su equipo.
Primero, a Vinicius: el brasileño se le acercó por detrás a Kylian y ambos se fundieron en un abrazo.
Después, vinieron Mendy y Camavinga, compañeros en la selección de Francia, con los que también intercambió saludos y palabras.
Sin embargo, el momento cumbre llegó cuando apareció Karim Benzema por el fondo del túnel de vestuarios. El delantero del Real Madrid se fue directo a por Mbappé, saludó también a Verrati y a Di María, y posteriormente se detuvo a conversar con su amigo.
Risas, abrazos, toquecitos... complicidad máxima entre dos delanteros cuyas palabras y gestos destilan que no tardarán más de cinco meses en vivir en la misma ciudad.