Antoine Griezmann no ha tenido el arranque de temporada que esperaba. El francés ya suma 14 partidos con el FC Barcelona, un total de 1.137 minutos en los que ha marcado cuatro goles (dos contra el Betis, uno contra el Villarreal y otro contra el Eibar).
Necesita una media de 284 minutos para marcar un gol, cifras muy lejanas a su media de 152 minutos en el Atlético de Madrid. En Champions todavía no ha 'mojado' en sus cuatro partidos, habiendo completado dos de ellos.
Esos números son preocupantes, pero no menos preocupantes son sus pocas conexiones con Messi en el campo. En el Gamper se vieron momentos de frialdad entre ambos, unas imágenes que entre los dos intentaron solventar con la celebración de varios goles entre ambos.
Tres veces pasó Messi a Griezmann. Una vez pasó Griezmann a Messi. Una conexión inexistente, una química que no fluye y que atasca al Barça de cara a puerta. Por primera vez en 46 partidos, el Barcelona se ha quedado sin marcar en el Camp Nou, una cifra tremenda que ve su fin ante un rival inesperado.
Lo cierto es que la llegada del francés no gustó a Messi. No tanto por su fichaje como tal, sino como la promesa que Bartomeu le hizo por hacer todo lo posible por fichar a Neymar en verano, algo que le hizo sentirse "engañado", como contó José Álvarez en 'El Chiringuito'.