El conseller de Interior, Miquel Buch, ha dicho que, "de entrada", no ve "ningún peligro" en introducir pelotas hinchables en el Camp Nou en un partido como el que disputan esta noche el FC Barcelona y el Real Madrid, aunque ha advertido: "No me toca a mí decidir qué material se puede entrar y cuál no".
En una entrevista en 'Catalunya Radio', Buch ha respondido así a la pregunta de si se podrán introducir pelotas hinchables en el estadio del Barça, después de que 'La Vanguardia' haya publicado este miércoles que una de las acciones organizadas por la plataforma Tsunami Democràtic es el lanzamiento al campo de estos balones, que serían de color negro para denunciar el lanzamiento de pelotas de goma por la Policía Nacional durante las protestas por la sentencia del "procés".
El conseller ha señalado que serán los mismos agentes de los Mossos y los agentes de seguridadprivada que participan en el dispositivo de seguridad los que "harán la valoración" correspondiente.
Ha opinado, sin embargo, que un inflador sí que podría considerarse un elemento de riesgo, al igual que pancartas de grandes dimensiones, que "pueden generar peligro para las personas si alguien lanza desde la grada un elemento incendiario" y prende en la misma.
Buch ha remarcado que serán los Mossos los que decidirán lo que puede entrar y lo que no en el Camp Nou y ha advertido de que "los elementos que puedan causar algún peligro o provocar daños serán retirados". No ha incluido entre estos elementos las prendas de color amarillo, como un jersey, porque "nadie le puede decir (a nadie) que no" se lo ponga.
El conseller también ha indicado que se debe tener en cuenta que "el Barça es una entidad privada y por tanto ellos también tienen capacidad de decidir qué es lo que entra y lo que no entra en su casa, y más teniendo en cuenta que el FC Barcelona es un club que garantiza también la libertad de expresión de sus socios y aficionados".
"Entre unos y otros velarán por la seguridad y la expresión de todos", ha asegurado el conseller de Interior. Los Mossos d'Esquadra despliegan desde primera hora de este miércoles un amplio dispositivo, con más de 3.000 agentes, incluyendo seguridad privada, para garantizar la celebración de un clásico entre el FC Barcelona y el Real Madrid de alta tensión ante la protesta anunciada por Tsunami Democràtic.
Agentes antidisturbios, de la división de tráfico, de la unidad de subsuelo, de seguridad ciudadana y la unidad canina de los Mossos d'Esquadra se activarán a primera hora de la mañana para garantizar el acceso de los jugadores de ambos equipos al Camp Nou, así como el de los árbitros y los aficionados.
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Tsunami Democràctic ha convocado una protesta en el exterior y en el interior del estadio barcelonista para hacer evidente en el clásico el lema "Sit and Talk" (sentarse y hablar), en una actuación impulsada en el marco de las protestas contra la condena a la cúpula del 'procés'. Esta mañana, Tsunami Democrátic ha colgado en su cuenta de Twitter un mensaje en inglés en el que afirma: "¡Hola, mundo! Esta noche Tsunami tiene un mensaje para ti".