Hay victorias que indigestan, que no saben bien. Una de esas victorias la consiguió el Barça en el campo del Slavia de Praga en Champions, un partido que pudo acabar en desastre.
Los jugadores del equipo salieron visiblemente enfadados del estadio. Solo Busquets y Ter Stegen concedieron palabras ante los medios, declaraciones para evitar una multa al club. Hubo jugadores que incluso pasaron por detrás de la zona mixta para que no se le viesen las caras.
Leo Messi tenía un enfado monumental tras el partido, siendo el primero en marcharse del terreno de juego. Josep Soldado cuenta los detalles en 'El Chiringuito'.
Te puede interesar: