No todas las preguntas que habían sobre la mesa han sido respondidas por Joan Laporta en su comparecencia sobre el caso Negreira. El presidente del FC Barcelona ha reconocido que no vio nada raro en contratar al número 2 de los árbitros, viéndolo como "una oportunidad" para contar con "informes de calidad".
Tampoco vieron ni él ni su directiva conflictos éticos, viendo "compatibles" los informes con una normal actividad del club, de igual manera que no se vio nada raro en aumentar los pagos a Negreira cuando volvió a ser presidente del FC Barcelona, alegando que el club participó en más competiciones y hubo más "estudios de 'scouting'".
Laporta no ha querido opinar sobre el burofax que envió Negreira a Bartomeu para advertir de que sacaría todas las irregularidades del club directamente, diciendo además en tres ocasiones que Josep Contreras "no estaba" en su mandato.
Por último, Laporta ha dejado claro que, en caso de demostrarse algo, el Barça no sería otra cosa que "la víctima". "Al contrario, como barcelonista y por mi cargo, habiendo sido elegido hace dos años, mi deber es actuar para defender la honorabilidad del club, me veo con fuerzas y con razones más que suficientes para hacerlo. Si van a por mí, pues que vengan. Si fuera así sería una sinrazón", ha defendido Laporta.
"Con toda rotundidad, garantizo que nadie ha metido la mano en la caja durante mi mandato y quiero confiar en los mandatos que me han sucedido. Los servicios se pagaron a unas empresa que ofrecían unos servicios", ha agregado el presidente del Barça, que no ha logrado arrojar luz en un tema que todavía tiene muchas sombras.