Isco vivió en el Sánchez-Pizjuán un día grande en su presentación como jugador del Sevilla. El de Málaga se puso la elástica hispalense ante más de 12.000 personas y se mostró visiblemente emocionado cuando el himno del club comenzó a sonar en el feudo andaluz.
Tras dejar la bola, la equipación y vestir 'de calle', Isco atendió a los medios y a saber si ya se ha olvidado de todos sus años, que no han sido pocos, como jugador del Real Madrid.
Todo por una pregunta de Silvia Verde, periodista de 'El Chiringuito', que le consultó sobre el partido que a esa misma hora jugaban el Real Madrid y el Eintracht en Helsinki, con la Supercopa de Europa en juego.
No fue ni mucho menos claro en su respuesta, pues el andaluz dio vueltas y vueltas, y a saber si a la que hasta hace unos meses fue su afición le habrá gustado su contestación.
"Ahora mismo estoy y trabajando. ¿Que si veré el partido? Si me da tiempo...", comenzó Isco.
Luego siguió: "Desear toda la suerte, habiendo un equipo español entonces que gane".
"Les deseo lo mejor. Tengo compañeros allí con quienes he compartido muchos años", sentenció.

"El corazón de Dall'igna..."
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El de Cervera frenó para no superar los límites de las presiones y eso provocó un ambiente de tensión y sorpresa total en el 'box' de la escudería. Gigi Dall'igna, jefe de Ducati, uno de los más afectados.