Todavía en los primeros compases del juego, en el minuto 18, el Real Madrid reclamó un penalti sobre Raphael Varane que el árbitro no decidió sancionar. Hernández Hernández, colegiado designado para dirigir El Clásico, no apreció penalti en una jugada en la que Clement Lenglet alzó su bota a la altura de la rodilla de Varane y dejó su sello en el muslo del 5 del Real Madrid.
Hernández Hernández, cabe recordar, ha sido centro de todas las miradas desde que fuera asignado como árbitro para este partido. Con el empate inicial campeando aún en el electrónico, ya se convirtió en protagonista directo del encuentro al no sancionar al FC Barcelona con la pena máxima, ni en primera instancia ni tras la intervención posterior del VAR.
Durante los primeros 45 minutos, el planteamiento de Ernesto Valverde dejó a Leo Messi como única pieza a destacar en el equipo culé, máxime, por la suplencia de Sergio Busquets, quien se antoja imprescindible para los locales. Además del posible penalti de Lenglet ya mencionado , Ivan Rakitic protagonizó una jugada similar, también con Varane, la cual tampoco se sancionó como penalti.
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Por su parte, el Real Madrid dominó a lo ancho y largo del terreno de juego, sobre todo en las botas de Casemiro y Fede Valverde, quien dispuso de dos disparos lejanos que obligaron a Ter Stegen a estirarse al máximo. Tan sólo dos acercamientos barcelonistas exigieron a los blancos sobremanera. La más clara fue un centro de Leo Messi que dejó solo a Jordi Alba frente a Thibaut Courtois y el de L'Hospitalet mandó el balón fuera, muy cerca del palo.