Cuando todo estaba más atascado, cuando al Barça se le aparecían los fantasmas de la pasada jornada con el Cádiz, Leo Messi apareció para rescatar a los suyos. Una noche más. Aunque con la brillante ayuda de Martin Braithwaite.
Fue al volver de vestuarios, después de una primera parte horrenda, con apenas alguna tímida aproximación de los de Ronald Koeman, y un par de un Elche que siempre lo buscaba a la contra, aunque no siempre con la suerte de cara.
Messi agarró la pelota en tres cuartos, encaró la portería de Edgar Badía, regateó a todos y encontró a Braithwaite de espaldas en el área. La maniobra del danés lo facilitó todo. Cedió de tacón a Messi y éste no falló en la definición. 17 tantos en LaLiga, aumentando su liderato en el Pichichi de la temporada.
No sería el único. Minutos después llegó en número 18. Una jugada individual de Frenkie de Jong acabó en el doblete del argentino, de nuevo con Badía impotente ante sus pies.
Braithwaite también firmó su doblete particular, esta vez de asistencias, al ceder a Jordi Alba el tercero de la noche. Ya a placer el Barça, con un Elche que había bajado los brazos.
El Barça sobrevivió ante el Elche en otro partido gris en el que asomaron las rotaciones. Ni Griezmann ni Dembélé de inicio, además de Busquets y Lenglet. El francés, señalado por su penalti ante el Cádiz.
Los culés se agarran a LaLiga antes de visitar al Sevilla FC el próximo sábado. Un duelo de altura con el fatídico recuerdo de la ida de la Copa, con victoria clara los de Julen Lopetegui.