Un 2-0 a favor, en la primera final del Real Madrid en esta fase de grupos de la Champions League, estuvo cerca de convertirse en pesadilla. Pero el jovencísimo Rodrygo Goes, con solo 19 años, sacó de un apuro a los suyos.
El tanto decisivo de la victoria blanca ante el Inter de Milán (3-2) llegó en una acción centrada por los dos brasileños, Rodrygo y Vinicius Jr, que sustituyeron en la segunda mitad a Eden Hazard y Marco Asensio.
Zinedine Zidane parece haber encontrado su tridente, a pesar de que fue la pareja carioca la que le sacó de un apuro. En la primera mitad, el Real Madrid mostró un juego coral, sólo ensombrecido por el tanto de Lautaro Martínez después del detalle de Nicolo Barella.
Con sus goles, primero Karim Benzema y después Sergio Ramos, completaron los blancos unos primeros minutos de infarto. De lo mejor de la temporada. Su tridente en constante movimiento y el pulmón de Fede Valverde.
Sin embargo, apenas le duró dos minutos la alegría. Lo que tardó Barella en dejar el detalle de la noche. Cedió de espuela a Lautar para que éste no fallara ante Thibaut Courtois. Todo ello en la primera mitad. Dos grandes en apuros en la Champions League. Un partido de muchos quilates.
Susto con Hazard
A todo el Real Madrid se le encogió el corazón cuando Brozovic le dejó un pisotón a Eden Hazard. En ese tobillo que le ha traído tantos problemas desde que aterrizara en la Castellana.
El belga se dolió durante varios minutos, pero todo quedó en un susto. A la hora de juego fue sustituido junto a Marco Asensio. Rodrygo y Vinicius Jr ocuparon las bandas. Un movimiento ya habitual en Zidane.
El Inter, a la contra
Con el paso de los minutos, el Inter de Milán creció en el choque. Y encontró el empate. Perisic, campeón de Europa con el Bayern Munich el curso pasado, perforó la portería de Valdebebas.
El cansancio pasaba factura y el Real Madrid se desangraba en los velocísimos contragolpes rivales. Sólo el palo evitó el 2-3 de Lautaro, un gol que habría dejado en la lona a los de Zidane en su competición fetiche. Pero entonces asomó Rodrygo para anotar el tanto definitivo. El tanto que puede significar el primer paso a la eliminación del Inter.
Sergio Ramos, alma de delantero
El Real Madrid luce otra cara cuando Sergio Ramos manda en la defensa. Y también en ataque. Su capitán no solo es decisivo en su habitat natural. Porque el ataque también lo es.
Ante el Inter de Milán alcanzó la cifra redonda de 100 goles con la camiseta del Real Madrid, convirtiéndose en el futbolista número 22 en alcanzar estos registros. Brillantes para un central.
Cuando el cuadro de Zinedine Zidane vencía por 1-0, después del fallo de Achraf que aprovechó Karim Benzema, el capitán metió la cabeza para perforar la red enemiga. Como tantas otras veces.
El Real Madrid da un paso adelante en la Champions, su competición favorita. Y por el camino deja al borde del abismo al Inter de Antonio Conte.