Champions League

Rudiger, otra vez en el último penalti, da la vida al Real Madrid en Champions

El derbi de los octavos de final de la Copa de Europa se decidió en los penaltis... y el Madrid se llevó el triunfo. El VAR anuló uno de los penaltis por doble toque a Julián Álvarez.

Rudiger celebra su gol contra el Atlético de MadridRudiger celebra su gol contra el Atlético de MadridGetty

Se decidió en los penaltis. El increíble duelo entre el Atlético de Madrid y Real Madrid finalizó con la muerte súbita. Y Antonio Rudiger, como contra el Manchester City, hizo el gol definitivo. Es el Madrid el que está en cuartos de final de la Champions League.

Una tanda en la que ocurrió de todo. Los árbitros anularon el disparo de Julián Álvarez porque al resbalarse tocó dos veces la pelota. Su penalti no valía y en ese momento se ponía por delante el Madrid. Marcos Llorente lanzó al larguero y las opciones del Atleti se esfumaron. Otra vez los fantasmas para Simeone.

Fueron segundos los que la noche del Metropolitano tardó en agitarse. Ni treinta. El Atlético, con un público entregado ya desde media tarde, igualó la eliminatoria. Gallagher aprovechó un rechace en área pequeña, después de que Asencio fuera superado, para inaugurar la locura en la noche de Madrid.

La ventaja de los blancos se fue al traste nada más empezar. Mucho más metido el cuadro de Simeone, ganando duelos y defendiendo en su campo. Siempre con un poquito más de energía. Algo fundamental en duelos como este.

El Madrid pidió penalti en una internada de Vinicius por el costado izquierdo. A Giuliano Simeone la pelota le dio en la mano, pero ni el árbitro ni el VAR consideraron que esa acción debía ser señalizada. Courtois evitó hasta en dos ocasiones el gol de Julián Álvarez. Enchufadísimo el argentino. Como en la ida.

Por primera vez en el partido el Madrid hundió al Atleti. Fue al inicio de la segunda mitad. Mucha posesión y superioridad de Rodrygo por la derecha. Los locales despejaban cada envío. También Asencio, que se pegó una carrera brutal para evitar que Rodrigo de Paul se quedara solo ante Courtois.

Apareció Mbappé. El Madrid le fichó para momentos así. Forzó un penalti con un jugadón a la carrera. Pero no tiró el penalti y Vinicius no convirtió. La pegó horrible. Arriba de la portería. Muy arriba. La noche, de esas en las que el corazón late sin control, se decidiría en el tiempo extra... y en los penaltis. Y el Real Madrid fue el que se clasificó. Otra vez mandando en la Champions.