En 2003, el Real Madrid se hizo con los servicios de David Beckham tras pagar 35 millones de euros al Manchester United, conjunto en el que había militado desde 1995. En 2007, el británico decidió probar suerte en la MLS de la mano de Los Angeles Galaxy, antes de volver a Europa.
Durante su etapa en Old Trafford, 'Becks' dejó muchos episodios sonoros, y Ryan Giggs, excompañero de David en los 'Diablos Rojos', ha comentado alguno relacionado con las broncas que le echaba Sir Alex Ferguson por su actitud.
"Creo que la mayoría de las veces ocurrió por razones futbolísticas. Fue para conseguir que alguien o el jugador, perdieran esa influencia. O simplemente porque era el momento. Los caprichos de David Beckham se estaban volviendo demasiado. Discutía semana tras semana y era el momento de que ambas partes se separaran. Eso sucedió en varias ocasiones", expicó el galés.
Por otra parte, Giggs reveló a los jugadores a los que Ferguson nunca regañó: "Hubo solo cuatro jugadores con los que Ferguson no perdió la cabeza: Eric Cantona, Bryan Robson, Roy Keane y Cristiano Ronaldo. Hicieron lo que se les pidió en el campo, por lo que Ferguson nunca sintió a necesidad de echarles la bronca. Cantona no hacía nada, no anotaba, no corría como Tévez o Rooney, no tenía influencia en el juego, pero sabía que tarde o temprano iba a hacer algo grandioso. Sabía cómo tratar a las estrellas y lo hacía de manera diferente. Era un maestro de la psicología y sacaba lo mejor de nosotros".
Más Noticias
- Jorge Martín, convencido de que está haciendo historia con Pecco Bagnaia: "Nuestra pelea..."
- ¿Nuevo dardo de Briatore a Aston Martin? "Algunos retroceden en lugar de avanzar..."
- Un piloto de Honda explota: "La moto me ha provocado quemaduras en las piernas"
- Un surfista pierde la pierna tras el ataque de un tiburón en una playa de Hawái
- El jefe de Aston Martin responde a las quejas de Fernando Alonso sobre el coche: "Está siendo paciente"
A su vez, el propio Ryan relató a medios ingleses los rifirafes que él mismo tuvo con su extrenador: "Me peleé con él muchas veces. Bastante. Al menos seis o siete veces que me suspendieron sin sueldo por discutir con él. No siempre es fácil estar en el vestuario después de un partido y escuchar que no jugaste nada. Yo no pude tragar. Más tarde, él me demostraba que le importaba e incluso apreciaba que fuera así siempre que no me pasara de la raya, pero él continuaba multándome para demostrar quién mandaba".