El exseleccionador nacional de fútbol Vicente del Bosque ha dicho en Gijón que un entrenador tiene que sentir que es "imprescindible", y ha sostenido que "lo ideal es que parezca que mandan los jugadores, pero que al final hagan lo que tú quieres".

En respuesta a los asistentes, entre los que se encontraba la campeona olímpica de vela en Londres 2012 Ángela Pumariega, Del Bosque ha aseverado que el técnico del Sporting Abelardo Fernández es "de los que prestigian" al fútbol español.

Reivindica la figura del entrenador en un vestuario

Ha rememorado el "recorrido fantástico" que ha tenido en su etapa en el conjunto madridista, de la que ha valorado la enseñanza de "autoridad moral" que le trasladaron personalidades como el expresidente Santiago Bernabéu y el exentrenador Luis Molowny.

"Lo mejor de un líder es la ejemplaridad", ha dicho Del Bosque, que ha exigido que un entrenador sea "justo", sepa "escuchar", mantenga la calma, sea "observador", y también "sencillo", algo importante porque "aunque se devalúa el éxito, al final tiene más recorrido que un fantoche".

En su opinión, "no puede ser" que un entrenador no tenga espacio suficiente con el espacio habilitado en el área técnica, por lo que ha afeado que un técnico "esté todo el rato alterado" cuando el desempeño de su tarea requiere sosiego.

"Influir en una plantilla es muy importante para estar cerca de los éxitos, tanto como las cuestiones futbolísticas", ha subrayado Del Bosque, que ha comentado que en la despedida de Casillas todos le decían "cómo tenía que haber obrado" y le ofrecían una "solución" ante un "caso singular", si bien ha precisado que todos los jugadores merecen un "trato" igual.

Ha explicado que para un entrenador es importante "rodearse de buena gente, de personas normales". El exseleccionador ha festejado que no ha puesto nunca una multa a los jugadores porque no ha encontrado "motivos suficientes" para sancionar a sus jugadores con una penalización económica.

Repaso de su trayectoria como seleccionador español

Se ha mostrado "orgulloso" de su etapa como seleccionador, solo salpicada por "aquellos episodios" del Real Madrid-Barcelona, que "no tenían sentido", en los que los propios jugadores "poco a poco con su generosidad se dieron cuenta de que no era posible seguir en ese camino".

De su etapa al frente de la selección española recuerda el "papel fantástico" desempeñado por el equipo integrado por los fisioterapeutas, la delegada, la responsable de prensa y los médicos, entre los que ha citado a José García Cota y Óscar Celada como "extraordinarios" médicos.