Ni con el VAR, su mejora y aceptación pública, cesa la polémica en torno a las decisiones arbitrales. La última réplica de este terremoto que sacude la objetividad del arbitraje se vivió en La Cerámica, en el encuentro que enfrentaba al Villarreal contra el Real Madrid.
En los minutos finales del partido, Vinicius Jr. caía en el área pequeña tras un lance con Raúl Albiol. Los jugadores merengues reclamaron el penalti, pero Jesús Gil Manzano no consideró que fuera suficiente para pitar la pena máxima.
A la salida del equipo del estadio, en zona mixta le preguntaron a los jugadores y a Zinedine Zidane qué opinión les merecía la acción. Y es que, en ocasiones, la combinación de silencio y miradas dice mucho más que cualquier explicación.