Lionel Messi se queda, pero parece que no va a haber ni abrazos ni apretones de manos, ni 'codazos' tampoco, con Josep María Bartomeu. Si algo ha quedado claro de la declaración del argentino, aparte de que sigue en el Barcelona, es que su relación con el actual presidente está rota. Y si no lo estaba antes, ahora seguramente sí.
Porque el 10 se ha quedado muy a gusto lanzando dardo tras dardo al máximo dirigente del club que le paga, disparando con bala y acusándole de haber faltado a su palabra.
"Siempre dijo que al final de temporada podía decidir si me iba o si me quedaba. Al final ha faltado a su palabra. No ha cumplido con lo que me dijo", afirma Messi.
Y es que, según Leo, él llevaba tiempo avisando al club y sobre todo al presidente que su deseo era irse tras la 2019-20: "Se lo dije al club y al presidente. Se lo llevo diciendo todo el año".
"Me quedo, pero porque Bartomeu me dijo que solo me iría si pagaba los 700 millones de la cláusula. Era eso o ir a juicio. Y no iría a juicio jamás contra el club de mi vida", cuenta Messi.
El argentino dice que, si no avisó antes del 10 de junio, era por una razón evidente: "Estábamos a mitad de la temporada y no era el momento".
Eso sí, Messi no está del todo convencido con qué va a pasar este año en relación a los objetivos marcados: "Habrá que ver cómo responde el equipo y ver si nos da para luchar".
Porque, según el 10, en el Barça hace tiempo que no hay proyecto: "Se hacen malabares y se tapan agujeros conforme van pasando cosas".
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