La Policía estuvo presente en el entrenamiento de Brasil. Su objetivo era el teléfono móvil de Neymar. Su defensa en las redes le ha provocado un problema más al jugador del PSG.
Todo porque Neymar podría haber cometido un delito difundir imágenes o vídeos de contenido sexual sin el consentimiento de la víctima, enfrentándose a penas que irían desde uno hasta cinco años de prisión.
Aunque Neymar podría tener una escapatoria, ya que las imágenes están distorsionadas. Según el medio brasileño UOL, la víctima ha aportado sus propias pruebas para defender su versión.
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