El naufragio del Real Madrid en Mallorca no solo ha tenido consecuencias o va a tener consecuencias en relación a los puntos perdidos o a la imagen dada. Algunos jugadores, que tuvieron en la isla una nueva oportunidad para demostrar que están para jugar, también van a ver reducida su confianza sobre todo en lo que a la afición se respecta. Y es que para muchos la factura del 1-0 en Son Moix va a ser alta.
Vinicius era uno de los que tenía más que demostrar en Mallorca. Lo cierto es que lo intentó, pero intentarlo en el Real Madrid no es suficiente. El brasileño hizo la guerra por su cuenta y dejó algún que otro eslalon en solitario. Su juego en equipo, escaso en un partido en el que pecó de individualista.
Y en el que de nuevo evidenció que tiene que mejorar, y mucho, su definición y su disparo a portería. Ya se vio que en ese sentido no iba a ser su día cuando mandó a Menorca un pase de Odriozola tras una buena jugada del vasco por la derecha. Y luego, con la diestra, mandó fuera un tiro tras una acción individual. Debe insistir en su lanzamiento.
Isco, desaparecido en combate
Al menos eso sí a él se le vio en acción. Isco, por su parte, no hizo prácticamente nada en Mallorca. El malagueño, que no es ni mucho menos un fijo en el once, ni de los cambios, que realiza Zidane en cada partido, tuvo de nuevo una ocasión para demostrar su calidad y no lo hizo.
Ni sostuvo el mediocampo, ni lo lideró, ni se mostró en ataque y mucho menos ayudó en defensa. Con él y con James en el campo, había un buen agujero en las transiciones defensivas que quedó patente en el 1-0 de Lago Junior. El cafetero no ayudó a Odriozola, que se comió el movimiento de su rival balear en una jugada que acabó en gol.
Odriozola se 'autoexpulsa' en el 73
El lateral vasco bien pudo ser el mejor de su equipo, leyendo bien el aspecto ofensivo y subiendo la banda cuando había que hacerlo. Sin embargo, falló en el tanto del Mallorca, que llegó por su zona, y sobre todo se equivocó en la acción que desembocó en su segunda amarilla y, por tanto, en su expulsión.
Teniendo una cartulina, su acción fue completamente temeraria. Sin peligro, en banda, se lanzó al suelo y se llevó por delante a su rival. Segunda amarilla y adiós a Son Moix, dejando al Real Madrid con diez cuando quedaban unos 20 minutos para el final del encuentro. Hasta Courtois le dio un tirón de orejas al final del encuentro.
¿Jugó Jovic?
Sin embargo, uno de los que se puede llevar el premioa la 'invisibilidad' en el encuentro en Mallorca es Luka Jovic. Su mapa de calor es alarmante, teniendo incidencia cero en los lugares en los que debería tener más presencia. Apenas tocó balón en la isla, y su entendimiento fue nulo con el resto de sus compañeros.
Evidentemente no tuvo ni una ocasión de gol, y de hecho apenas pisó un área que en su vuelta a Madrid continuó siendo territorio desconocido. Tanto él como Isco se fueron al banco en el 66, pero a lo mejor no necesitaron ni ducha tras el pitido final.
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Otros muchos también tienen mucho en qué pensar, con un Courtois que sigue recibiendo goles y una defensa blandita en la que tan solo Militao se salvó levemente. Los cambios no surtieron efecto, y Zidane tiene que replantearse si este Real Madrid tiene la misma opción B que tenía en la temporada en la que ganó LaLiga.