Durante la segunda mitad de la temporada 2017/2018, que acabó con el Real Madrid levantando la decimotercera Champions en Kiev frente al Liverpool, Zinedine Zidane acostumbró a cambiar el devenir de los partidos introduciendo a Marco Asensio y a Lucas Vázquez en las segundas partes, dando una vuelta al dibujo y buscando la profundidad por las bandas en lugar de la concentración de jugadores en el carril central del juego.
En el día de hoy, Zidane ha retomado ese plan que tan efectivo le fue hace dos años. Tras una primera parte trabada, en la que, a pesar de contar con cinco centrocampistas, el conjunto blanco no logró tener el control del balón, el técnico francés introdujo a Vinicius Jr. y a Lucas Vázquez en lugar de Toni Kroos e Isco.
Antes del ecuador del encuentro, el Atlético llegó más y con más claridad a la portería de Courtois, pero se topó con el muro belga y el poste. Los jugadores rojiblancos reclamaron penalti en una acción de Casemiro sobre Morata que ni Estrada Fernández ni el VAR apreciaron.
Ya a la vuelta de vestuarios y con el doble cambio del Real Madrid efectuado, el rumbo del partido dio un cambio de 180 grados. El elenco de Zidane comenzó a volcar su juego en bandas y en una acción entre Vinicius y Mendy, el brasileño filtró un balón en profundidad al francés que asistió a Benzema para que el ariete, al primer toque, mandara el balón al fondo de la red de Oblak.
Tras el gol, el Atlético se afanó sin éxito en llegar al área del Madrid, mientras que el conjunto blanco cerró líneas para evitar sorpresas. Con el cronómetro apretando, el partido poco a poco se fue manchando y se sucedieron las faltas y tarjetas hasta que el pitido final del colegiado decretó el término del encuentro.
Victoria del Real Madrid que le mantiene en el liderato de LaLiga, mientras que el Atlético, tras un mes de enero para olvidar, vuelve a perder en el Bernabéu en Liga seis años después.