Es la imagen de los nervios, de la tensión. La madre de Jorge Martín, Susana Almoguera, en plena carrera del Gran Premio de Barcelona. No quería mirar, sentada en la escalera con la cabeza agachada.
Su hijo entonces caminaba tercero hacia el título mundial de MotoGP. Y lo logró. Aguantó en esa posición y se convirtió en campeón con Pramac, el equipo satélite de Ducati.