Valentino Rossi, alias 'Il Dottore'. En sus 25 temporadas corriendo en el mundial de motociclismo se dio a conocer en seguida gracias a la consecución de muchos títulos. Se ganó una fama que provocó admiración y simpatía, hasta el punto de asignarle el famoso mote con el que se ha quedado de por vida.
Todos los apodos tienen una historia detrás y, antes de despedirse de MotoGP, ha querido explicar a las cámaras de 'DAZN' el curioso porqué de su sobrenombre.
"Rossi es el apellido más común de Italia y allí hay un montón de Doctores Rossi", comenta. "Lo del Doctor Rossi es lo típico de cuando cuentas historias en Italia muchas comienzan en plan: 'El Doctor Rossi ha ido esta mañana a la escuela'. Ahí comenzó todo", añade.
"También sirve para decir que si eres un Doctor eres un fuera de serie en algo. Y de ahí viene. Ahora soy el Doctor Rossi más famoso del mundo porque, a pesar de tener el apellido tan común de Rossi y haber tantos tocayos, he logrado destacar y ser el más famoso", argumenta entre risas el nueve veces campeón del mundo.
Su reputación como médico no se sabe cual sería, pero desde luego, subido sobre dos ruedas se ha consagrado como uno de los más icónicos representantes de su país y de la historia de la categoría reina.
Cuando pudo recalar en la F1
MotoGP siempre fue, ha sido y será su casa. Sin embargo, tras su anuncio de retirada se plantea nuevos retos, como ya hizo en 2006, cuando se rumoreaba que cambiaría de aires, aumentando el número de neumáticos de dos a cuatro, para pasarse a la Fórmula 1 de la mano de Luca di Montezemolo.
Rossi dejó impresionado al que fuera máximo mandatario de Ferrari cuando se subió en una prueba a los mandos del monoplaza rojo más famoso del planeta. De hecho, llegó a estar cerca de recibir una oferta del propio Di Montezemolo para correr con Sauber, pero de ninguna manera hubiera sucedido.
"En 2006 fui a casa de Montezemolo y estuvimos buscando la forma de llevar a cabo mi paso a la F1. Era un programa interesante, pero, para ser honestos, no estaba preparado para dejar de correr con la moto porque sabía que aún podía ganar mundiales y no sentí que fuera el momento", confiesa.
"Competir en automovilismo siempre ha sido mi segunda pasión porque es muy similar al motociclismo. Es cierto que las motos siempre me han parecido más emocionantes, pero también lo son las carreras de coches. Ahora hace falta ver qué velocidad tengo y a qué nivel puedo llegar, pero creo que podré competir unos cuantos años", concluye.