Honda no quería a un piloto que no estuviera convencido de su proyecto de MotoGP. Y estaba claro que Marc Márquez no lo estaba. Ni de lejos. Eso ha dicho el actual jefe de la marca, Albert Puig.
En una entrevista al diario 'AS', el 'team manager' de Honda reconoce que se alegrarán si a Márquez le van bien las cosas en Gresini. Además, desvela cómo fueron las conversaciones para su salida.
"Honda tiene mucho respeto y mucho aprecio por la contribución que ha tenido Marc con la compañía, con los resultados que ha logrado, y le tenemos un respeto, el mismo que consideramos él le tiene a Honda. Por ese motivo tomamos esa decisión, pero es que, por encima de todo, en Honda, si un piloto no quiere correr con nuestras motos o puede estar más contento en otro sitio, su filosofía nunca es retener a la fuerza a un piloto porque sí", explica.
Desvela que trataron de convencerle, pero que no tenían "hechos": "Nosotros hemos intentado que se quedara. La única manera de convencer a un campeón es con hechos y la única manera de convencerlo era mejorar la moto, pero es cierto que a día de hoy no hemos sido capaces de darle lo que él nos pedía".
Su relación es "muy buena" y se alegrará si Marc encuentra el ritmo con Ducati: "Cuando he estado con un piloto que luego se ha ido siempre me he alegrado de sus resultados. Y en el caso de Marc te diré que, probablemente, con más motivo aún, por la manera en la que me ha tratado él a nivel personal".
La lesión de Jerez, en la que comenzó un calvario de operaciones en el brazo derecho, es donde se torció todo: "Han sido años muy malos. Hemos cogido sus peores años, porque todo lo del hombro ha sido muy complicado para él y para nosotros. Al final, ha habido un cúmulo de circunstancias, casi todas negativas que no han ayudado nada. Creo que, si Marc no hubiera tenido aquel accidente en Jerez, la cosa iría de otra manera".