No hubo perdón de Yamaha. Maverick Viñales deja de ser piloto del motorista japonés "con efecto inmediato" y termina así su castigo, siendo liberado para poder empezar una nueva etapa en MotoGP con Aprilia.
La noticia se ha confirmado oficialmente en un comunicado redactado por Yamaha en el que se lee lo siguiente: "Como consecuencia de los recientes acontecimientos en el Gran Premio de Estiria y tras una profunda reflexión por ambas partes, se ha llegado a la decisión mutua de separarse con efecto inmediato".
Ya en el GP de los Países Bajos se anunció que tanto el equipo como el piloto habían decidido "acortar un año del contrato que les vinculaba hasta 2022", con la idea de terminar su relación al final de esta temporada.
Sin embargo, y como explica también el presidente de Yamaha, Lin Yarvis, "en el GP de Estiria la carrera no fue bien ni terminó bien", y de ahí que la situación cambiara radicalmente.
Viñales estuvo sancionado por su equipo sin poder correr en el GP de Austria y lo iba a estar en el próximo GP de Gran Bretaña en Silverstone. De alguna manera, este divorcio es por el bien de ambas partes y han querido terminar de una manera amistosa.
"Me gustaría expresarel sincero agradecimiento de Yamaha a Maverick. Yamaha continuará apreciando los buenos recuerdos y el trabajo que ambas partes pusieron en los cuatro años y medio que pasaron juntos que nos trajeron 8 victorias en carreras, 24 podios y dos terceros lugares en la clasificación general de pilotos de 2017 y 2019", añade Yarvis en su comunicado.
Por su parte Maverick ha actuado en consecuencia, confirmando el pacto mutuo y despidiéndose en un tono neutro: "Siempre tendré un gran respeto por Yamaha y les deseo lo mejor".
Ahora, el piloto de Figueras podrá empezar a prepararse e incluso a competir en la categoría reina con su nuevo equipo, Aprilia. Oficialmente, la marca italiana iba a incorporar a Viñales para la próxima campaña, pero tal vez eso cambie y veamos las primeras vueltas del '12' con su nueva 'novia'.