Marc Márquez ya luce los colores de Gresini. Marc Márquez ya luce el nombre de Ducati. El de Cervera, tras toda una vida unido al equipo Honda, cambia un equipo oficial por uno satélite con el objetivo claro de disfrutar de nuevo. Con el de ganar. Con el objetivo de volver a ser campeón del mundo.
Mucho se ha hecho esperar la imagen. Mucho se ha hecho esperar el momento. Mucho, muchísimo, desde que se hiciera oficial su adiós a Honda tras varias temporadas con más sombras que luces. Desde que se confirmase su fichaje por Gresini. Por Ducati. Desde que se confirmase que iba a tener una moto ganadora.
Una moto con la que no son pocos los que han logrado vencer. Que se ha mostrado competitiva. Que todos quieren tener y que todos temen ver cuando se encuentran con ella en pista. Sí, es un equipo satélite, pero así ha sido capaz Jorge Martín, en Pramac, de poner en un gran apuro a todo un piloto oficial como Bagnaia hasta la última carrera.
Eso es lo que pretende Márquez. Eso es lo que quiere. Porque sabe que lo tiene. Porque, después de esos test en los que lució un impoluto negro al no poder llevar color alguno de Gresini o de Ducati, volvió a sonreír. Porque disfrutó. Y ahora, tras hablar abiertamente como piloto de Gresini, ya luce sus colores.
Los colores de una moto que han presentado en un evento que han mostrado en sus redes sociales. En 'X'. En su canal de Youtube. En un evento que ha comenzado con la presentación de las máquinas para MotoE y Moto2, y que ha terminado con el 'gordo'. Con la máquina de Marc Márquez y de su hermano Álex para MotoGP.
Azul clara y roja es la nueva bestia de los catalanes. Con el nombre de Ducati bien visible, para que quede claro quién está detrás de la moto. De una moto con la que quiere volver a emocionar a todo un país.
Muchas esperanzas hay puestas tanto en él como en una Ducati, como en un equipo Gresini, por el que Márquez ha apostado fuerte. Porque ha dejado Honda, su casa y su familia, por un proyecto que quién sabe si le llevará al equipo de fábrica más pronto que tarde.