Ha sido un mundial espectacular y la culpa la tienen ellos dos. Jorge Martín y Pecco Bagnaia ha sido los actores principales de un campeonato que ha llevado al límite el deporte del motociclismo. Ambos han sabido llegar al final con opciones y, por segundo año consecutivo, han hecho que los aficionados de MotoGP disfruten de todas y cada una de las pruebas.

Pero también han disfrutado del camino. Han disfrutado de una rivalidad deportiva sana y que era capaz de mejorar al compañero. Su abrazo después de la carrera lo dice todo, Jorge ha querido agradecerle a Bagnaia el pulso que han mantenido este año: "Gracias por hacerme mejor".

El de Pramac se ha convertido en el quinto español en ser campeón de MotoGP y todo gracias al aprendizaje. Hace más o menos un año, lloraba desconsoladamente tras perder el mundial en la última carrera ante Pecco. Ahora llora de felicidad sabiendo que ha sido capaz de aprender de aquel GP de Valencia para librar la misma batalla esta temporada y poder salir vencedor.