Se avecina un domingo complicado, complicadísimo, para Fernando Alonso y para Aston Martin. El bicampeón cayó en la Q1 del Gran Premio de Emilia Romagna después de un accidente en los Libres 3 que dejó más que tocado su coche y tras irse, en clasificación, por la grava al tratar de aprovechar un rebufo de un McLaren.

Sale último. Último en una carrera en la que adelantar es tremendamente difícil. Más todavía si se tiene un ritmo tan malo como el del Aston Martin, que a pesar de las mejoras, de las supuestas mejoras, no solo no se acercan a los de arriba sino que los anteriormente conocidos como AlphaTauri parecen ser ya mejores. Y los Alpine también.

Ante eso, poco puede hacer Alonso en una prueba en la que sabe que es mejor no hacerse ilusión alguna.

"Espero terminar e irme a casa"

Su mensaje no puede ser más pesimista... o quizá más realista: "¿Que qué espero de la carrera? Terminar e irme a mi casa"

"Aquí adelantar es más complicado que en Singapur", dijo en palabras a 'DAZN' tras acabar la clasificación de San Marino.

Serán 63 las vueltas que hay que dar en Imola, en una pista compleja en la que cualquier error se paga... y a saber si ahí puede rascar algo un Alonso que está en problemas. Y que a saber si sigue estando en problemas con un coche que parece ir hacia atrás cuando debería ir hacia adelante.