Interlagos bien pudo ser perfectamente la continuación de lo visto en Silverstone y en Monza. Con Max Verstappen y Lewis Hamilton encontrándose en la pista del GP de Brasil, el duelo entre los dos aspirantes al Mundial de Fórmula 1 fue tal que, de nuevo, dirección de carrera tuvo que intervenir para cabrear y no precisamente poco al piloto inglés y a Mercedes.
Y es que en el muro estuvo gran parte de lo que sucedió en Brasil. Primero entró Verstappen; tres vueltas después, Hamilton. Los dos, en segunda y última parada. De repente, Lewis recortó tanto que se puso a tiro de DRS.
En la recta de meta lo intentó, y forzó a Verstappen a tomar una trazada distinta que le dejó 'vendido' en la segunda zona de DRS. Ahí, en la vuelta 48, llegó el momento de la polémica.
Los dos, por fuera de pista
Porque Hamilton estaba ya, por el exterior, por delante de Max. El neerlandés, lejos de amilanarse, apretó el acelerador a fondo y se fue por fuera... junto a Hamilton. Las vueltas de ambos, anuladas.
Desde Mercedes estaba claro: Max había forzado a Hamilton a salirse de la pista. El incidente, anotado, y en Red Bull se defendían por radio.
Los de las bebidas energéticas afirmaban que era una lucha entre dos pilotos. Que no había nada que investigar. Y eso fue lo que se decidió. El cabreo de Hamilton, tremendo.
Hamilton, mosqueadísimo
"¡Por supuesto, por supuesto!", respondió Lewis de forma irónica cuando Mercedes le avisó de que no había sanción.
Entre las muchas vueltas que pasaron, Hamilton aflojó para de nuevo acometer un adelantamiento que, esta vez sí, logró realizar. Suya fue la victoria en Brasil.
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