Qué buenos son los piques, sanos claro está, en la Fórmula 1. Ha habido varios a lo largo de la historia. De los más recordados, los de Senna y Prost. También Vettel y Webber, o cómo olvidar los de Hamiltony Rosberg. Precisamente Lewis es de los 'repetidores',porque la afición no puede olvidar ni podrá hacerlo ese 2007 en el que el inglés compartió equipo con Alonso en McLaren.
En el que él, ahora heptacampeón y en dicho año un 'rookie', militó en la marca de Woking junto a un Fernando que venía de ganar dos Mundiales con Renault. En el que los dos tuvieron, sin duda, el mejor coche de la parrilla. En el que McLaren decidió, directamente, autodestruirse y servir el título a Kimi Raikkonen y a Ferrari.
Porque ni supieron ni pudieron controlar la tensión existente entre los dos. De hecho, incluso la alimentaron eligiendo y tomando decisiones cuanto menos inquietantes en, por ejemplo, Hungría. Pero sí, qué buenos son los piques. Porque los piques, y las rivalidades, son una salsa indispensable para la F1.
Australia, 16 años después
Son un ingrediente que da sabor al Mundial. Que pone el foco en los pilotos. Que capta la atención del aficionado. Y qué bueno fue para eso todo lo que rodeó, siempre claro está desde el respeto, a ese duelo Hamilton y Alonso. Uno que siguió, sobre todo, en 2012. Uno que desde ese año no hemos podido ver de nuevo.
Algunas pinceladas quizá, como Hungría 2021 en una más que desigual batalla con un Hamilton incapaz de adelantar a un Alpine a pesar de tener un superpotente Mercedes. Pero ahora esto es otra historia. Ahora Alonso está en Aston Martin. Ahora está en un coche que está para hacer podios. Que los ha hecho. Y que ya ha pintado la cara a Hamilton.
Si a eso se le suma las palabras de Fernando en 'L' Equipe' el cóctel va cogiendo sabor. El cóctel, además, añade más aún cuando tras Australia tenemos a Lewis tercero y a Alonso cuarto. Y ya rebosa con las declaraciones del inglés.
Hamilton, un 'dardo' que acaba siendo un bumerán
Porque ha tirado de memoria cuando se le preguntó por Alonso: "Fernando sale al lado. Espero que sea como en 2007, no sé si alguno lo recuerda..."
Para los que no, Hamilton salía cuarto y, en la salida, llegó a posicionarse segundo dejando atrás a Alonso. Lo curioso es que el inglés tampoco parece recordar toda la carrera.
El comienzo sí, sin duda lo recuerda. Pero el final no. Porque al llegar a la línea de meta, al cruzar la bandera de cuadros, no quedó por delante del bicampeón asturiano.
Raikkonen, posterior ganador del Mundial, se hizo con la victoria, con Alonso segundo y con Hamilton tercero. Así pues, 2007 parece más bien de mejor recuerdo para Fernando que para Lewis. Porque además le sacó 11 segundos.
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Lewis sale tercero; Fernando, cuarto
Veremos qué sucede en 2023, pero sin duda el dueloentre dos de los más grandes pilotos que ha habido en la historia de la Fórmula 1 está ya servido. Hamilton, tercero; Alonso, cuarto... y a ver si va a suceder lo mismo y quien sale detrás termina por delante en el primer paso por meta.