Si Red Bull ha conseguido todos los títulos que tiene y ha establecido un dominio histórico en la Fórmula 1, es gracias a la figura de Adrian Newey. El británico es el directortécnico del equipo austriaco y, gracias a sus conocimientos, los de la bebida energética han podido desarrollar siempre un coche competitivo.
Newey, además, lleva muchos años en el mundo de la Fórmula 1. Tanto es así que fue uno de los responsables del monoplaza que manejó Ayrton Senna en 1994. Un año que pudo cambiar toda la historia reciente del 'Gran Circo'.
Y es que en el Gran Premio de Imola de aquel año, Ayrton Senna perdió la vida tras un brutal accidente. Algo que, años después, Newey recuerda con tristeza y ha admitido, a través de unas declaraciones recogidas por 'Formula passion', que estuvo cerca de abandonar la competición.
"Después de la muerte de Ayrton pensé en dejarlo. Si no tienes estos pensamientos y te cuestionas después de una tragedia así, algo anda mal. Pero si Patrick Head y yo nos hubiéramos detenido, Williams se habría derrumbado", admite el ingeniero.
La realidad es que, tras aquel accidente, se identificó una columna de dirección rota como la causante de choque. Sin embargo, Adrian nunca ha aceptado esa teoría y todavía se siente algo responsable de aquel momento: "Todavía siento cierto grado de responsabilidad por la muerte de Ayrton, pero ningún sentimiento de culpa".
"Nunca debimos haber hecho cambios como ese en la dirección en la pista. Para mí es muy probable que el coche no se haya salido de la carretera debido a la rotura de la columna de dirección. El neumático trasero derecho probablemente tuvo un pinchazo lento debido a que pasó sobre escombros", explica.
"Si tuviera que elegir una causa del accidente, señalaría ese neumático. Ayrton mantuvo el acelerador a fondo durante medio segundo, luego lo redujo al 50%, luego quitó el pie del acelerador y frenó. La lógica diría que si se hubiera roto la dirección, habría frenado inmediatamente", concluye Newey.
La historia de la Fórmula 1 habría sido muy distinta si el actual director técnico de Red Bull hubiera abandonado el 'Gran Circo'. Los de la bebida energética no habrían evolucionado como la hecho y, quizás, la carrera de Fernando Alonso también habría sido muy distinta.