El Gran Premio de Austria ha sido una de las mejores carreras que se han disputado en la temporada 2024 de Fórmula 1. Se esperaba que McLaren pusiera contra las cuerdas a Red Bull, y así fue, Lando Norris logró desesperar a Max Verstappen, aunque el resultado de esta batalla no fue el que los aficionados esperaban: accidente entre ambos pilotos y la carrera de Norris 'a la basura'.

El más beneficiado fue George Russell, que tras una grandísima conducción, logró heredar, mantener y conseguir acabar en primera posición. El británico se encontró a los accidentados en las últimas curvas, los rebasó y se colocó primero, aunque según comentó después de la carrera, esto fue complicado por la temperatura de sus neumáticos.

"Mis neumáticos estaban complicados, ese coche de seguridad virtual me ayudó porque estaban sobrecalentados, y eso me permitió enfriarlos", ha expresado Russell en la rueda de prensa tras la carrera. Esta no fue la única complicación que tuvo que afrontar Russell, puesto que por la radio le estaban mandando muchos mensajes, que casi le dejan fuera de la carrera.

"Para ser sincero, solo intentaba concentrarme en maximizar mi pilotaje. Mi ingeniero me dijo tres giros antes, 'están peleando muy duro y podemos ganar esto', y yo dije, 'mira, tenemos que asegurar la tercera posición primero, déjame conducir", declaró el piloto de Mercedes.

George Russell explicó que el grito de su jefe de equipo casi provoca un accidente: "De repente, tenía a Toto (Wolff) gritándome al oído, 'puedes ganar esto'. Casi me estrello cuando me gritó así de fuerte, pero eso demuestra la pasión que todos compartimos".

El inglés respondió a su jefe por la radio con otro grito después del 'susto': "¡Déjame conducir, j****!". El propio Wolff más tarde afirmó que lo que hizo al mandar el mensaje fue "una de las cosas más estúpidas que he hecho" y terminó comentando: "Está frenando a fondo a 320 km/h y le digo que los dos han chocado, tengo que pensármelo antes".