Aston Martin con el motor Mercedes. Eso es lo que se encontrará Fernando Alonso en su nueva aventura en la Fórmula 1, seguramente la última de su carrera. Y ese motor tendrá importantes mejoras de cara a la temporada que viene.

Así lo ha anunciado Toto Wolff, jefe de Mercedes, que ha hablado del famoso 'porpoising'. El rebote que tanto afectó a Lewis Hamilton y George Russell en unas primeras carreras que se convirtieron en infernales para ellos.

"Salimos al comienzo de la temporada con algunas oscilaciones en la unidad de potencia y no nos convencían ciertos aspectos del despliegue o la capacidad de conducción de la unidad de potencia", explica Wolff.

"Hablando con el director general de trenes motrices, Hywel Thomas, él y su equipo pudieron aumentar realmente el rendimiento y hacer frente al entorno difícil de un coche que rebotaba y rompía el motor. Pese a todo ellos éramos muy fiables", cuenta Wolff.

¿Cómo lograron eliminarlo y encontrar el rendimiento? "Nos dijo 'mira, vamos a tener que lograr pequeñas ganancias'. Al mismo tiempo, no se podía comprometer la fiabilidad. En ese período de la temporada, se hizo evidente que los motores estaban sufriendo mucho", insiste.

"En la fábrica de Brixworth, pudimos ver en la parte inferior de los motores, algunas de sus elementos y era una gran sorpresa ver exactamente lo fuerte que se golpeaban contra el suelo. Cuando veías a Lewis y George, realmente incómodos al salir de sus coches, a las unidades de potencia les pasaba algo similar", sentencia el jefe de Mercedes.

No habrá rebote en el W14 y, por tanto, tampoco en el AMR23. Un factor clave de cara al desarrollo del monoplaza verde. Seguro que Alonso sonríe al conocer que la potencia de su motor será mayor. Y, lo más importante, más fiable que el Alpine del pasado.