A apenas unas horas para que arranquen los primeros libres de la temporada 2022 de Fórmula 1, las escuderías se encuentran trabajado a contrarreloj para llegar a Bahrein de la mejor manera posible y con los problemas que han ido apareciendo en los test de pretemporada resueltos.

Alpine es una de las escuderías que más 'sorpresas' se ha encontrado en Montmeló y en Sakhir. Si en Barcelona sufrieron un problema hidráulico que dejó el A522 de Fernando Alonso parado y echando humo, en el trazado de Bahrein sufrieron una anomalía en la unidad de potencia que les obligó a sacrificar la sesión de test.

Al final, en los dos últimos días de pretemporada, tanto Esteban Ocon como el asturiano completaron tandas largas sin mayor problema, lo que refleja que dichos fallos ya se habían subsanado.

Sin embargo, es de sobra conocido que para luchar con Red Bull, Mercedes y Ferrari se necesita un monoplaza casi perfecto, y en Alpine distan bastante de momento de la excelencia.

Otmar Szafnauer, nuevo jefe del equipo, ha analizado los dos 'hándicaps' a los que se enfrenta la escudería antes de que se apague el semáforo este fin de semana: el 'porpoising' y el sobrepeso.

El quebradero de cabeza de todos los pilotos

Literalmente, el 'porpoising' está siendo un dolor de cabeza para toda la parrilla. Alpine logró rebajar los efectos del balanceo en Sakhir, tal y como confirmó Ocon al asegurar que no había necesitado "un ibuprofeno".

"La buena noticia es que (en Bahréin) no lo tuvimos tan fuerte como al principio. Cambiamos algunas cosas del coche, no sólo la altura. En nuestras simulaciones, no pudimos ver eso, o no sucedió. Y no era realmente algo a lo que los diseñadores y los aerodinámicos tuvieran en mente prestar atención. Sólo apareció durante los test", ha explicado Szafnauer en declaraciones recogidas por el equipo.

"Esto demuestra que a pesar de todas las herramientas de simulación que tenemos, no hay nada comparable a la realidad. Pero creo que cuanto más aprendemos sobre cómo afinar el coche, más nos acercamos a una solución", ha añadido.

"Y cuanto más aprendes, más puedes cambiar el diseño para resolver el problema. ¿Sucederá esto rápidamente? Creo que cuanto peor sea el problema, más motivados estaremos para solucionarlo", ha zanjado.

Monoplazas 'obesos'

A pesar de que la FIA elevó el peso mínimo de los coches a 790 kilos, muchos equipos siguen teniendo problemas para combatir ese exceso de peso.

Szafnauer, al respecto, cree que no son de los peores: "Bueno, en Alpine no somos un Alfa Romeo, pero no creo que seamos los que más problemas tienen".

"Estamos en algún punto intermedio. 10 kilos suponen cuatro décimas de segundo. Esa debería ser una gran motivación para deshacerse de esos diez kilos. Y el rendimiento vendrá porque sabes que está garantizado, pero eso costará algo de dinero", ha zanjado el jefe de Alpine.